Sentía cómo su corazón se resaltaba, cómo se agitaba según marcaban los segundos.
Sus movimientos se apresuraban hasta tal punto de desenfreno. Tenía los nervios a flor de piel, también pude comprobarlo; temblaba por cada botón que se soltaba, por cada prenda que se desprendía.
De pronto, sus ojos localizaron los míos. Era feliz, el brillo lo daba a mostrar.
El tiempo corría, y nuestros cuerpos se entrelazaban, como si no hubiese nada más salvo nosotros. Y fue ahí, fue ahí cuando supe que había encontrado el amor, justo cuando volví a mirarle y noté que éramos correspondidos. Justo cuando supe que le había encontrado.
Que texto más bonito chica, me ha gustado demasiado :)
ResponderEliminarMuchas gracias ^^
ResponderEliminar