viernes, noviembre 28

¡Qué adiós tan amargo, amor!

Sé que no querías hacerlo, pero finalmente lo hiciste. Me diste el sermón más bonito y triste que en la vida me han dado y acabaste cerrando la puerta de un golpe. Te fuiste y me dejaste con el corazón hecho trizas... ¡Y qué adiós tan amargo, amor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario